martes, 4 de mayo de 2010

STARBUCKS Y ETIOPIA

El gigante del café mundial Starbucks se ha opuesto al plan de Etiopía, que consiste en un mayor control sobre el comercio de su café, que le aseguraría mayores ingresos para millones de agricultores que viven en la pobreza, ha revelado hoy Oxfam Internacional.


El año pasado, el gobierno etíope presentó en Estados Unidos solicitudes para registrar las marcas de sus nombres de café más famosos, Sidamo, Harar y Yirgacheffe. Asegurar los derechos sobre estos nombres permitiría a Etiopía captar más ingresos del comercio mediante el control de su uso en el mercado y, por tanto, permitir a sus agricultores acceder a una mayor parte de los beneficios de la venta de sus productos, con lo cual la industria del café de Etiopía y sus agricultores podrían ganar alrededor de 88 millones de dólares extra cada año.


Starbucks, una compañía valorada en 6.000 millones de dólares, elevó una protesta para que la solicitud del país africano no fuera aceptada por la Patent and Trademark Office (USPTO) de Estados Unidos. Este organismo rechazó la petición de Etiopía para registrar los nombres de Sidamo y Harar, creando serios obstáculos al proyecto.


“El comportamiento de Starbucks es intolerable. La compañía debería cambiar sus tácticas y ser un ejemplo para otros apoyando el plan de Etiopía para ayudar a millones de agricultores que luchan por conseguir un mayor porcentaje de los beneficios”, afirma Seth Petchers, responsable de la campaña Comercio con Justicia para Café de Oxfam Internacional.


“La titularidad de la propiedad intelectual constituye una gran porción del valor total del comercio mundial hoy en día, pero los países ricos y las empresas acaparan la mayor parte de este beneficio. Etiopía, la cuna del café y uno de los países más pobres del mundo, está intentando hacer valer sus derechos y obtener un mayor valor por su producto, lo que debería ser respaldado y no entorpecido”, dijo Ron Layton, director general de Light Years IP, organización dedicada a la propiedad intelectual basada en Washington y que está asesorando al gobierno de Etiopía.

“Los agricultores de Etiopía deberían ser capaces de conseguir un mayor porcentaje del valor de nuestro café en el mercado internacional”, afirma Fitsum Hailu, de la embajada etíope en Washington. “Este proyecto es innovador y una oportunidad única para que nuestros productores tengan un mayor peso en el comercio internacional”.


Si Etiopía logra registrar las marcas de sus cafés, los agricultores podrían ganar más por vender sus productos bajo estas marcas, lo que representaría una diferencia abismal en la vida de algunas de las personas más pobres del planeta. Por el contrario, unos pocos céntimos extras por libra difícilmente harían una diferencia en las ganancias de Starbucks, que superaron los 3.700 millones de dólares el año pasado.


“Los establecimientos comerciales pueden vender los cafés Sidamo y Harar por unos 26 dólares la libra debido al estatus especial de estos granos”, según Tedesse Meskela, responsable de la Unión de Cooperativas de Agricultores del Café Oromia en Etiopía. “Sin embargo, los productores etíopes solo ganan entre 60 céntimos y 1,10 dólares por su cosecha, apenas lo suficiente para cubrir el costo de producción. Creo que la mayoría de la gente verá esto como una injusticia”, dice Meskela.


Starbucks intervino en la decisión de la USPTO pidiendo a la Asociación Nacional del Café de Estados Unidos (NCA, por sus siglas en inglés, National Coffee Association of USA, Inc), de la que es uno de sus miembros más destacados, que se opusiese a la aprobación de las marcas.


En un encuentro que tuvo lugar el pasado mes de julio en la embajada de Etiopía en Washington, representantes y asesores de la embajada se reunieron con el presidente de la NCA para discutir sobre una carta de protesta emitida por esta organización en contra de la solicitud de Etiopía de registrar las marcas. El país africano había presentado su solicitud cerca de un año antes. Según los representantes etíopes, cuando le preguntaron porqué después de un año sin hacer nada la NCA había decidido actuar, el presidente de ese organismo respondió que Starbucks acababa de presentarlo para ser considerado por la NCA.

Etiopía persiste en registrar sus marcas en los Estados Unidos. Al mismo tiempo, le pide a Starbucks y a otras compañías que firmen acuerdos de licencia voluntarios que reconozcan la propiedad de este país sobre los tres nombres de café, independientemente de que se hayan convertido en marcas registradas. Los acuerdos de licencia voluntarios permitirán a Etiopía ampliar su poder en la comercialización de este producto y el ingreso extra de unos 88 millones de dólares por año para el sector cafetero, que incluye a millones de agricultores pobres.


El gobierno de Etiopía entregó a Starbucks un acuerdo para ser firmado el pasado septiembre, en el que se reconocía el derecho del país a los nombres de Sidamo, Harar y Yirgacheffe y se señalaba que los beneficios adicionales que se generasen serían destinados a pequeños productores de café que en la actualidad viven al límite de la subsistencia. Sin embargo, Starbucks aún no ha respondido afirmativamente.


Oxfam Internacional pide a Starbucks que muestre liderazgo frente a otras compañías de café y que inmediatamente reconozca el derecho de Etiopía en este caso, mediante la firma del acuerdo de licencia.


“Starbucks trabaja vigorosamente para proteger y promover su nombre y su marca en todo el mundo. Entonces, ¿cómo justifica el negar a Etiopía el derecho a hacer lo mismo?, se pregunta Seth Petchers.
http://www.oxfam.org/fr/node/841

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